Seguridad laboral


1997: Había botas especializadas y cascos para proteger la cabeza... Material para cuidar los oídos, gafas para velar por los ojos... Pero la seguridad laboral carecía de la importancia actual; tampoco la normativa en materia de trabajo era tan estricta como la vigente

2017: El universo de la seguridad en el trabajo ha evolucionado exponencialmente, a la par que la tecnología durante los últimos veinte años. Los cambios normativos exigen nuevos modelos de seguridad laboral: las empresas especializadas ofrecen materiales de alta precisión

Texto: Sonsoles Gonzalo | Fotografías: Justo Rodríguez

El 20 de septiembre de 1982 un fotógrafo tomó una instantánea a once albañiles mientras se construía el Rockefeller Center de Nueva York. Los trabajadores estaban sentados en una viga de acero a sesenta y nueve pisos de altura con las prendas típicas de la época y sin ningún tipo de mecanismo de seguridad. En el año 2017 parece impensable imaginarse en España una situación parecida: ni siquiera podemos pensar en un albañil subido en un andamio sin arneses que le protejan de una posible caída, a un carpintero sin gafas de seguridad que le protejan los ojos o de las astillas de la madera o a un operario con una taladradora eléctrica sin cascos que le protejan los oídos.

De aquella imagen nos separan 85 años, pero la realidad es que en España ver una situación parecida ya era posible hace tan solo veinte. Fue con la entrada de España en la Unión Europea cuando la seguridad en el ámbito laboral dio un cambio de 180 grados. La necesidad de adaptarse a la normativa vigente en la UE hizo que el sector que se dedicaba a fabricar artículos para proteger a los trabajadores evolucionara. Para 1997 se estableció que en los lugares de trabajo todo tenía que estar señalizado. Los extintores, los paneles de electricidad… Todo debía dotarse de una placa que indicase lo que había en ese lugar.

También se obligó al uso de fajas protectoras, de mascarillas y de trajes especializados para cada sector. En el 2001 la obligatoriedad del uso de guantes se puso en vigencia. Y en el 2006 utilizar casco protector era norma indispensable para acceder a cualquier obra; cuatro años después, el cuidado de los ojos adquirió especial relevancia: se implantaba la obligación de gafas protectoras.

Al igual que la legislación, las empresas especializadas se han ido adaptando a los cambios. Así ha ocurrido en una prestigiosa firma riojana, Ferretería Casado Rioja. Cuando abrió sus puertas su primera tienda, en 1984, solo disponía de dos trabajadores atendiendo a los clientes que se acercaban en busca de herramientas, pero con el cambio de tendencias y la importancia que adquirió la seguridad laboral, se fue especializando en los artículos de seguridad en la construcción y en las industrias.

1997: La regulación laboral dio por esos años un salto. El principal impulsor: la necesidad de adaptarse a la legislación de la Unión Europea, mucho más estricta que la española.

2017: La regulación es precisa, extensa y muy pormenorizada. La ley regula qué tipo de protección debe llevar un trabajador, de qué calidad y en qué circunstancias.

700 y 800

Hoy es una referencia del sector: en apenas veinte años ha pasado de tener una tienda de 140 metros cuadrados a tener 700 metros cuadrados de tienda autoservicio y otros 800 metros de almacén en el Polígono de Cantabria. Un ejemplo de evolución a la par que los avances tecnológicos: con la crisis, apostó por abrirse al extranjero. Escogió Marruecos como destino para establecerse porque es un país la seguridad laboral recuerda a la de España hace veinte años. Allí todo vuelve a comenzar de nuevo: toda una historia de éxito.

José Manuel Casado. Ferretería Casado Rioja

«Los materiales mejoran cada día»


José Manuel Casado lleva dieciséis años formando parte de la empresa que fundó su familia y ha conocido desde cerca los cambios que se han producido en los artículos de protección laboral. Entre ellos, le llama especialmente la atención la mejora que han sufrido las gafas de trabajo. «Antes parecía que iban a hacer esnorquel mientras que ahora hay casi tantas gafas como necesidades», subraya. «Los operarios que trabajan al aire libre tienen gafas en función de las ondiciones meteorológicas a las que se enfrentan y los miopes ya no precisan dos gafas porque contamos con gafas de trabajo graduadas», señala.

Renovarse o morir es la filosofía de estos empresarios que se encuentran inmersos en el mundo de la constructión desde hace más de dos décadas. La evolución de la sociedad y la paralela evolución en la normativa que compete a la seguridad laboral, ha abierto nuevos caminos y nuevos nichos de mercado que solo unos pocos han sabido aprovechar. Las ferreterías antes se centraban en las familias y en el uso para labores domésticas como la venta de tornillos, martillos o taladros para colgar cuadros. Ahora y después de mucho tiempo de cambio en la demanda de los compradores, se han especializado en un sector mucho más amplio y más definido a la vez, que abarca a muchos gremios que demandan este tipo de artículos.

«Antes con gafas de seguridad parecía que ibas a hacer snorkel»

Pero los cambios no han terminado aquí. La comodidad y la salud de los trabajadores está a la orden del día y el sector de la construcción no se va a quedar atrás. Antes no se usaba gafas y ahora las hay hasta adaptables a las condiciones meteorológicas, las botas eran las mismas que uno utilizaba para ir a la huerta a coger tomattes mientras que ahora las hay con todo tipo de características en función del tiepo de trabajo que se vaya a desempeñar; antideslizantes, resistentes a los clavos o a la caída de elementos pesados...

Es por esto que como en todo en la vida, hay que aceptar las cosas como vienen y afrontar los cambios de la mejor manera posible haciendo de las dificultades nuevas oportunidades y nuevos casos de éxito.

En las ferreterías Casado Rioja se mira al futuro con optimismo buscando cada día mejorar y ser los número uno en el sector de la construcción, buscando la comodidad y la seguridad de todo operario que utilice sus artículos.