El despegue del ‘e-learning’

La enseñanza virtual vive un segundo ‘boom’, el de su consolidación

Por Pilar Hidalgo. Foto Sonia Tercero

Con el inicio del siglo XXI, la enseñanza online experimentó un primer ‘boom’ en España. En aquel momento, universidades y escuelas de negocios se lanzaron a ofertar todo tipo de cursos a través de sus páginas web y algunas empresas ofrecían complementar la formación de sus empleados a través de sus intranets.

La burbuja no tardó en desinflarse, ya que en los primeros años 2000 el mundo virtual aún resultaba desconocido y los contenidos todavía no se mostraban de forma atractiva para el formato online.

Casi dos décadas después, la situación es radicalmente distinta. El crecimiento de las infraestructuras tecnológicas y el acceso a Internet de una mayoría de la población ha consolidado la enseñanza virtual. Según los últimos datos del Ministerio de Educación, en nuestro país hay 228.500 matriculados en universidades no presenciales para cursar educación superior, lo que representa cerca del 8% en relación al total que realiza estudios de grado y posgrado.

Desde el año 2000 el ‘e-learning’ ha crecido un 900% a nivel mundial y el futuro parece que vaticina números halagüeños. «La formación online presenta unas ventajas muy marcadas para una tipología de estudiantes que tienen una alta movilidad laboral o una situación familiar concreta que hace que sea complicado un desplazamiento a un escenario presencial tradicional», expone el director de la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología de UNIR, Rubén González. De hecho, si antes el perfil tipo de los alumnos de este campus 100% online se correspondía con personas con una edad media que superaba los 30 años y que buscaban adquirir nuevas competencias que les permitieran mejorar laboralmente, ahora el ‘prototipo’ se ha ampliado. «Las generaciones más jóvenes son cada vez más nativas digitales, por lo que no les resulta extraño aprender mediante el uso de las nuevas tecnologías, trabajar usando WhatsApp, ver películas en un móvil o leer un libro en una tableta», explica.

El ‘mobile connect’ es otro de los dispositivos con que cuenta UNIR

Así, la edad media de los estudiantes que quieren formarse online ha disminuido. Y de forma paralela la tecnología está ganando a pasos agigantados un peso creciente en nuestra sociedad. Reflejo de esto es que algunos de los nuevos títulos y másteres que ofertan las universidades virtuales incorporan las nuevas tecnologías como singularidad o eje en torno al que gira una determinada materia. «La tecnología se ha convertido en un ‘commodity’ en muchos ámbitos y algo crítico en otros. Un ejemplo claro es el Máster Universitario en Composición Musical con Nuevas Tecnologías de UNIR, pero también el Máster en Industria 4.0. Estamos en una sociedad que ha nacido inmersa en conexiones, ‘cosas’ que interaccionan entre sí, con una capacidad exponencial, que pueden potenciar las habilidades que ahora mismo tenemos», valora González.

El vicerrector de Innovación y Desarrollo Educativo, Javier Tourón, navega por las plataformas y modernos sistemas que ofrece el campus virtual de UNIR

Campus abiertos a la innovación

La Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) cuenta actualmente con más de 33.000 estudiantes, de los que 11.000 viven fuera de España. Esto constituye otra de las potencialidades que posibilita ser un campus virtual. «Produce un intercambio cultural, que prepara al estudiante para tener unas competencias que le pueden permitir desarrollar su carrera profesional en culturas ajenas a la suya», señala el director de la Escuela Superior de Ingeniería y Tecnología de UNIR. Para hacer sugerente el aprendizaje online, resulta clave que la entidad lleve a cabo «una constante vigilancia tecnológica para atraer a nuestras aulas virtuales todo lo que sea bueno y válido para esa mejora de la formación».

La edad media de los estudiantes virtuales ha bajado por la llegada de los nativos digitales