José Luis Pancorbo, presidente de AERTIC, reflexiona sobre el grado real de la implantación tecnológica en las empresas riojanas
Por Sergio Moreno. Foto Juan Marín
José Luis Pancorbo se confiesa un enamorado de la tecnología, y se relaciona diariamente con ella desde tres puntos de vista bien diferenciados. «Como ciudadano me podría pasar horas hablando sobre los últimos avances desarrollados. Me encanta», explica. Se relaciona con la tecnología de forma muy estrecha desde su faceta empresarial, y le resulta «igual de cómodo que como ciudadano hablar sobre tecnología». Pero esta vez, hablará de tecnología como presidente de AERTIC, «lo que me resulta algo más complicado porque represento a todo un sector». Pero no deja de ser tecnología, su gran pasión.
–¿A qué retos se enfrentan como sector?
–En este momento, en primer lugar, el desarrollo del propio sector, del modelo de negocio de las empresas que forman parte de AERTIC. Es también muy importante para nosotros el incremento del talento disponible para el sector. Falta talento. Necesitamos más profesionales formados en nuevas tecnologías, que ingresen en nuestras empresas. Estamos con necesidad de contrataciones. Y también la movilización de la demanda en bienes y servicios del resto de sectores de la economía riojana. Existe un interés de todos los sectores en la tecnología, pero tenemos que ser capaces de convertir este interés en implantaciones reales. Por otro lado, el sector está inmerso en el desarrollo de productos y servicios innovadores. No solo tenemos un papel de saber adaptar las tecnologías existentes a las empresas tradicionales, sino que también hay empresas del sector que han desarrollado productos y servicios innovadores que los están implementando en empresas riojanas.
¿Hay empresas de la región que todavía se niegan a abordar los retos tecnológicos del nuevo siglo?
Los medios de comunicación, la política y quizás las empresas damos por sentadas cosas que todavía no son. Muchas empresas de nuestra región son conscientes de que tienen que innovar para mantenerse vivas en el mercado. Hay convencimiento, pero todavía estamos en la etapa de implantación. Hay ejemplos, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que tan de moda está ahora mismo. ¿Las empresas están convencidas de que es de obligado cumplimento legal? Sí. ¿Están convencidas de que además de un requisito legal puede traer beneficios en forma de asegurar la información de su empresa, su conocimiento, de sujetar talento, e incluso de que no le copie la competencia…? Por supuesto que sí. ¿Han implantado todas las tecnologías que son necesarias para llevar todo esto a la práctica? Pues en un 30%, sí; en un 70% restante, no. La sociedad conectada hace que el conocimiento se tenga claro sobre qué debemos hacer en cada momento para no perder competitividad. El convencimiento a este respecto parece estar claro. Pero todavía estamos en una etapa muy verde en cuanto a una implantación real de toda esta tecnología en las empresas riojanas. Y nuestro papel como sector es ayudar a cambiar esta situación, a que la tecnología llegue a toda la sociedad.
–¿Y cómo pueden ayudar a las empresas y a la sociedad riojana en general a asumir todos estos cambios tecnológicos a tiempo teniendo en cuenta lo rápido que evoluciona hoy en día todo lo relacionado con la tecnología?
–En la labor de concienciación no estamos solos. Contamos con el apoyo de los medios de comunicación y también de la política. Por otra parte, la labor de formación previa y necesaria a la aplicación o implantación de una tecnología radical está bien estructurada en nuestra región. Contamos con instituciones que hacen muy buen trabajo para que esta formación innovadora sea además muy accesible a todas las personas que deseen formarse en estas materias. Pero, quizás, lo que falta es mejorar el proceso de implantación de la tecnología. Así que tenemos muy claro en la asociación cuál debe ser nuestro papel. El papel que estamos jugando desde AERTIC es el de simplificar el acceso a la tecnología. Tenemos que hacer de filtro y ponérselo fácil a las empresas que no son ni tienen motivos para estar siempre a informadas. Tenemos que ser sus traductores y ponérselo sencillo para que accedan a esta tecnología.