Miles de datos con sentido

Digitalizar el sector del vino: más conocimiento, mayor rendimiento

Pablo G. Mancha Pablo G. Mancha Juan Marín

Me obsesiona la cantidad de datos que se generan en el proceso de la elaboración del vino, desde el propio trabajo en el viñedo hasta la cata: producción, crianza, embotellado, venta… Es impresionante la cantidad de variables con las que se puede trabajar para conocer los procesos a fondo y optimizarlos al máximo. Comprendimos en nuestra empresa que esto era un reto y un paso de gigante para las bodegas contar con toda esa información de una manera ágil y comprensible». Así explica Iñaki Gurría, director de JIG, uno de los proyectos más ambiciosos y genuinos en los que trabaja.

«No es fácil definirlo. Nosotros lo denominamos ‘plataforma interoperable de datos para el sector del vino’, pero es mucho más sencillo. Partimos de la filosofía de lo que se ha venido en llamar como el ‘internet de las cosas’; es decir, todo lo que nos puede aportar información para conocer los procesos y optimizarlos al máximo. Es aplicable a todos los sectores del mundo empresarial y nosotros vimos que en Rioja éramos capaces de liderar un proyecto de este tipo en un sector esencial de nuestra economía como es el del mundo del vino».
Esta plataforma impulsada por JIG lo que hace es recoger todos los datos que las bodegas ya tienen pero que en la actualidad trabajan con ellos de forma estanca, sin conexión entre ellos: desde lo que se genera en la viticultura de precisión (todas las operaciones del viñedo cepa a cepa) hasta todo el trabajo en bodega, depósitos, temperaturas, trasegados, embotellados, catas… «Nuestro proyecto es obtener toda esa información, digerirla y devolverla a las empresas de manera comprensible y organizada para que sirva para mejorar todos sus procesos. Definirlos y tenerlos en un mismo lugar».

Varias bodegas

Esta plataforma de JIG ha comenzado con diferentes bodegas riojanas: «Estamos llevando a cabo un trabajo independiente con cada una de ellas, que nos van a aportar un caso diferente en cada ámbito de producción del vino. Una en los viñedos, y otras en otros procesos fundamentales como la elaboración, la crianza o el embotellado… Lo que pretendemos es conseguir la primera plataforma de datos sectorizada para el mundo del vino».

Explica Gurría que el «gran reto de estas plataformas es saber digerir la cantidad ingente de datos que se generan para darles un sentido práctico. Pero lo esencial es ser capaces de introducir dichos datos mediante una tecnología llamada ‘Fiware’, que es un estándar que nace de un proyecto estratégico europeo para liderar lo que se denomina tecnología IOT: el llamado ‘internet de las cosas’, en un universo en el que todo tiende a estar conectado. «Como esta tecnología está considerada como estratégica entre los grandes gigantes, Europa quiere liderar un estándar abierto propio en el que se pueda explotar toda la tecnología IOT que se vaya desarrollando en los próximos años», dice Gurría.

Información de valor

La aplicación práctica de toda está tecnología es que con los datos que tiene una empresa, en el caso de la plataforma de JIG una bodega, se obtenga «información de valor» que se materialice en la resolución de problemas que pueden tener las bodegas y que en estos momentos no se pueden resolver.

El mundo de la cata

Uno de los puntos del desarrollo de esta plataforma es la cata de los vinos: «Las bodegas generan una cantidad de datos asombrosos derivados de las catas en las que la información acaba perdiéndose. Nuestra idea es integrar en la plataforma todos esos datos y ponerlos en relación con el resto de los procesos productivos de cada bodega y descubrir las variables que pueden generar en las cualidades organolépticas del vino. La perspectiva que se abre es casi infinita porque el desarrollo de toda esa información va a abrir nuevos campos que surgirán tras conocer al máximo un gran número de variables y cómo se interrelacionan entre ellas en el producto final. Se descubrirán muchos matices que ayudarán a mejorar todos los procesos».

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