No es ciencia ficción

La tecnificación en el mundo del vino ha sido exponencial

Inés Martínez Inés Martínez Díaz Uriel

Lo que hace 15 años parecía ciencia ficción hoy es una realidad: sensores en equipos móviles conducidos o phenomobiles (quads, tractores, drones) o autónomos (robots) que permiten una monitorización del rendimiento productivo, la composición de la uva y el estado hídrico de forma rápida y no invasiva. La tecnificación del mundo del vino ha sido exponencial y todo el mundo la ha asumido y detrás de avances como estos están la Universidad de La Rioja y el Instituto de las Ciencias de la Vid y el Vino con el proyecto Televitis que, dirigido por Javier Tardágila, tiene como línea de trabajo el desarrollo y el uso de nuevas tecnologías no invasivas y que proporcionen un elevado número de datos para monitorizar el viñedo y poder aplicar una viticultura más precisa. «Es decir, saber qué necesita el viñedo y en qué momento», aclara María Paz Diago, Investigadora post-doctoral en viticultura de precisión y miembro del equipo. «Hemos trabajado para determinar el estado hídrico del viñedo, aspectos nutricionales, de la vegetación, intentamos conseguir una estimación temprana de la producción (con 60 días de adelanto) e incluso con visión hiperespectral a unos 30 centímetros de la uva, sin tocarla, conseguimos diferentes parámetros», añade. Por otro lado, la viticultura de precisión supone una apuesta clara por la producción sostenible, ya que facilita la optimización de los recursos, tanto naturales, como humanos . Además, la conciencia de que es necesario tomar datos para tomar decisiones fiables es algo que se está estableciendo. Y esos datos ayudan también ha hacer cálculos históricos, que impulsan el desarrollo del sector.

Una APP: Vitisflower

Pero el avance llega también al smartphone. VitisFlower, con una foto, permite la determinación del número de flores por inflorescencia de la vid de forma automática y fiable. La app permite realizar esta estimación mediante un algoritmo de visión artificial aplicado a una imagen de la inflorescencia tomada en el viñedo, de forma no destructiva.

Otro de los hitos en los que Televitis está trabajando está relacionado con la robótica: el objetivo es desarrollar vehículos autónomos que monitoricen el viñedo y tomen decisiones. «Si tenemos un aspirador autónomo, por qué no vamos a desarrollar algo así. Es más complejo, pero llega».

El grupo de trabajo surgió en 2008 tras una estancia de Javier Tardáguila en Australia. «Comprobó cómo allí están preocupados de cómo manejar la variabilidad de los viñedos, siendo mucho más nuevos. Así que se preguntó por qué no lo hacíamos aquí, con viñedos mucho más antiguos», explica Diago.

Todo lleva a un concepto nuevo, pero que dice mucho: SmartAg. «Hablamos de utilizar la tecnología para aportar una solución y establecer un vínculo entre un sector tan tradicional como la agricultura y los nuevos avances tecnológicos».

Imaginext, las jornadas de la tecnología y el vino

Desde hace varios años, el mundo de la tecnología y el vino se dan la mano en las jornadas Imaginext, en las que se analizan las últimas innovaciones en un sector imprescindible en La Rioja. Se habla de tendencias en la promoción del vino, de transformación digital y de negocios conectados, de las ciudades conectadas y de los nuevos modelos de venta y consumidores. Dentro del sector vitivinícola, existen áreas de preocupación medioambiental, como la reducción de gases de efecto invernadero y la eficiencia energética, entre otros, algo de lo que también se habló mucho este año, centrándose en las nuevas herramientas para recopilar y analizar los datos.

Ideas clave:

Televitis es un grupo de I+D+i de la Universidad de la Rioja y del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV).

SmartAg. El futuro de la Viticultura pasa por integrar sensores en equipos móviles conducidos o phenomobiles (quads, tractores, drones) o autónomos (robots) que puedan monitorizar diferentes parámetros.

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