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Coca-Cola apuesta por la economía circular para la reducción de residuos
Coca-Cola se marca como objetivo el ecodiseño y la innovación, la concienciación social y la recogida y reutilización de los envases
La sostenibilidad en sus tres dimensiones (ambiental, social y de buen gobierno) es uno de los pilares del negocio de Coca-Cola, algo que en Europa Occidental se traduce en la estrategia ‘Avanzamos’ con la que The Coca-Cola Company y Coca-Cola European Partners trabajan para construir un mundo más sostenible para las generaciones futuras a través de sus marcas y de su negocio. Esta estrategia de sostenibilidad define seis principales áreas de actuación con horizonte 2025: bebidas, envases, sociedad, agua, clima y cadena de suministro. Específicamente en materia de envases, Coca-Cola trabaja en la reducción, la reutilización y el reciclaje de los residuos. La totalidad de los envases que pone en el mercado ya son reciclables o reutilizables.
Pero más allá de eso, uno de los principales objetivos que Coca-Cola en España se ha marcado es el de recoger, para 2025, el equivalente al 100% de los envases que comercializa. Para Coca-Cola, cada envase, independientemente de su procedencia, tiene valor y puede contar con una vida más allá de su uso inicial.
Carmen Gómez-Acebo, directora de Responsabilidad Corporativa de Coca-Cola European Partners Iberia, subraya: «En España, tenemos un buen ejemplo de envase circular en el canal Horeca (Hostelería y Restauración), en el que el vidrio rellenable que ahí vendemos puede ser reutilizado muchas veces más». Una vez utilizadas, estas botellas son recogidas en el establecimiento hostelero y se devuelven a las plantas de envasado, donde son lavadas con detergente y agua a temperaturas muy altas y pasan una inspección electrónica antes de volver a ser rellenadas. Una botella puede ser utilizada una media de 25 veces y al final de su vida útil pasará a una planta de reciclado para ser sometida a procesos que la convertirán en un nuevo objeto de vidrio. Esto en lo que se refiere al vidrio. Con los envases de plástico PET, Coca-Cola también se ha marcado unos objetivos concretos. Como explica la directora de Responsabilidad Corporativa de Coca-Cola Iberia, Ana Gascón: «En el caso del plástico PET, Coca-Cola en España no utiliza mezclas de diferentes plásticos, multicapas, colores oscuros ni botellas opacas. Todo ello contribuye a facilitar el reciclaje, para que cualquier botella pueda ser procesada fácilmente y reutilizada en procesos de fabricación».
Múltiples vidas de un envase
El trabajo de Coca-Cola con sus envases empieza a partir del diseño del packaging. A partir del ecodiseño se busca que los envases sean, por un lado 100% reciclables o reutilizables, además de incorporar materiales renovables, contener elementos reciclados en mayor medida y ser más ligeros, de forma que en su fabricación se utilice la menor cantidad de material posible. En este sentido, se ha puesto como meta liderar la innovación en envases sostenibles, a través de la aplicación criterios ambientales en el diseño de sus envases y en la selección de materiales para uso promocional. Ana Gascón explica: «Los envases de Coca-Cola en España contienen cada vez mayor proporción de materiales reciclados o provenientes de fuentes orgánicas. En 2019 las botellas se elaboran utilizando más de un 25% de PET reciclado (orPET), y nos hemos marcado como objetivo que se alcance el 50% en 2025. Además, los nuevos envases de PET de Honest y Smartwater contendrán un 100% de rPET en 2020». Coca-Cola, además, sigue invirtiendo en reprocesamiento de plásticos para garantizar un suministro de rPET de alta calidad y en la reducción de materiales de packaging secundarios, como el Hi-Cone (agrupador de latas). “Durante 2019, tenemos el objetivo de eliminar el 43% del Hi-Cone utilizado, de forma que logremos que el 88% de nuestro volumen de venta llegue al mercado sin estos agrupadores”, sostiene Ana Gascón.
Aligeramiento de envases
De igual forma, Coca-Cola está trabajando con el objetivo de aligerar sus envases. Cuanto menor sea su peso, menos recursos se utilizarán en su fabricación y más eficiente será su transporte, lo que contribuye a reducir las emisiones de CO2. «Un ejemplo de ello es la botella Contour de vidrio rellenable, la más icónica de la marca, que ha reducido su peso de 372 gramos en sus inicios a 245 gramos en la actualidad, además de aumentar su capacidad de 200 a 237 ml. Todo esto supone un 18% más de producto con un 21% menos de peso», indica Carmen Gómez Acebo, quien aclara que las latas en la actualidad son un 60% más ligeras que hace 30 años.