EFICIENCIA ENERGÉTICA

La necesaria optimización del consumo

Un asunto de prioridad en las agendas políticas

Un aparato, proceso o una instalación es energéticamente eficiente cuando consume una cantidad inferior a la media de energía para realizar una actividad. Una persona, servicio o producto eficiente comprometido con el medio ambiente, además de necesitar menos energía para realizar el mismo trabajo, también busca abastecerse, si no por completo, con la mayor cantidad posible de energías renovables (también llamadas energías alternativas).

La eficiencia energética busca proteger el medio ambiente mediante la reducción de la intensidad energética y habituando al usuario a consumir lo necesario y no más. Las emisiones de CO2 que enviamos a la atmósfera son cada vez mayores y, por ese motivo, la eficiencia energética se ha convertido en una forma de cuidar al planeta ya que, no solo está en usar electrodomésticos que consuman menos, sino en que seamos nosotros quienes consumamos menos y de forma más ‘verde’.

El problema de la eficiencia energética es que todavía es una elección. Actualmente no todos los productos que usamos son eficientes; podemos verlo en las etiquetas de eficiencia energética de muchos electrodomésticos que compramos, y eso es porque la alternativa eficiente siempre es algo más cara que la que no lo es, como pasa también con las bombillas tradicionales y las luces LED. Podríamos decir que la eficiencia energética es, de momento, un tema de consciencia medioambiental. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, no solo se amortizan rápido, sino que un producto eficiente favorece directamente a tu bolsillo, ya que la eficiencia energética va ligada con el ahorro de electricidad. Adoptando otros hábitos de consumo y aprendiendo a gestionar la energía para disminuirla contribuiremos a cuidar nuestro entorno mientras ahorramos electricidad; y eso es una gran ventaja.

La eficiencia energética es cada vez más un asunto de prioridad absoluta en las agendas políticas así como una cuestión fundamental para los consumidores de energía. El carácter limitado de las fuentes energéticas tradicionales, el aumento de su precio, la dependencia energética del exterior y el impacto ambiental son algunos de los motivos que impulsan el desarrollo del mercado de servicios relacionados con la eficiencia energética. A la concienciación creciente de empresas y particulares se suman cada vez más decididas medidas políticas de las administraciones públicas que establecen incentivos económicos, subvenciones e imposiciones normativas en materia de eficiencia energética.

Y se puede definir como la optimización del consumo energética para unas determinadas condiciones de confort y niveles de servicio. Su aplicación práctica pasa por tanto por la implementación de medidas que minimizan las pérdidas de energía, consiguiendo ahorros y ajustando el consumo energético a las necesidades reales del cliente.

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