PLÁSTICOS

Retos de los negocios ante la nueva legislación sobre los plásticos

Comercios, empresas y consumidores riojanos trabajan ya con alternativas a la espera de directivas europeas cada vez más exigentes

Tania Nastase

Somos la sociedad del plástico. Está en prácticamente todo lo que hacemos o consumimos. Se podría decir que es el material perfecto: barato, fácil de trabajar y buen aislante eléctrico, entre otras muchas cualidades. Sin embargo, tiene un problema, uno que se ha ido acentuando hasta un punto preocupante: no se degrada. Una botella de plástico tarda unos 500 años en descomponerse. Según apunta ‘Greenpeace’, en los últimos diez años hemos producido más plástico que en toda la historia de la humanidad.

Esta preocupación global, entre otras, y más aún teniendo en cuenta que la producción de plásticos se acercará en 2020 a los 500 millones de toneladas –un 900% más que en 1980–, según datos de ‘Greenpeace’, llevó a que el pleno del Parlamento Europeo aprobara en marzo la prohibición –a partir de 2021– de los los artículos de plástico de usar y tirar más populares, como platos, cubiertos, pajitas, bastoncillos de algodón y envases de poliestireno para alimentos, con el objetivo de reducir su impacto en el medio ambiente.

Por tanto, los comercios se enfrentan ahora al desafío de la nueva legislación, cuya implantación se prevé en España a partir del uno de enero de 2020. Los establecimientos tienen que adaptarse a la nueva normativa, que será obligatoria en toda Europa en 2021.

Ya se puede ver como algunos comercios de la comunidad riojana, como son el Café Bretón y Faborit, ya han dado el paso y han sustituido las pajitas de plástico por las de cartón. El propietario del Café Bretón, Colo Cortés, según informó a Diario LA RIOJA, está a la espera de una investigación que se está llevando a cabo en Italia, en la que están trabajando con otro tipo de materiales como el maíz para hacer un plástico. El propietario del local explica que comenzó con el agua hace aproximativamente un año, volviendo a la de cristal retornable e implementando el envase de cartón para aquellos que se la quieren llevar, ya que «solo tiene desechable una capa mínima de aluminio interior, porque ya hasta el tapón –desde el uno de enero– lo han transformado en resina».

¿Qué más pueden hacer los comercios?

Además de optar por el uso de pajitas hechas de materiales biodegradables como el bambú o el maíz –que podrán ser recicladas en menos de un año–, y de sustituir las botellas de agua de plástico por dispensadores de agua o botellas elaboradas con materiales sostenibles, también están quellas iniciativas en las que se anima al cliente a llevar su propio táper, termo o botella realizándoles un descuento por ello.

Otra posible forma de disminuir el uso de plástico de los establecimientos es eliminar los manteles hechos de este material y cambiarlos por otros hechos de papel o tela, y evitar la emisión de tickets, enviándolos por email o imprimiéndolos con papeles reciclados sin coste para la naturaleza.

En términos nacionales, en el sector de la hostelería, el porcentaje de reutilización y de reciclaje de envases de plástico ha aumentado en los últimos años, pero aun así es uno de los sectores en los que menos se recicla.

Un reto complicado, pero en alza

Suprimir los plásticos de la noche a la manaña es complicado, pero sí se pueden reducir. Alberto Castro, presidente de Amigos de la Tierra de La Rioja, explica que «todo se basa en granitos de arena» y menciona como opciones que ayuden a facilitar dicha tarea en la región establecimientos como Planeta Limpio, Vegin Vegan, CataNatura y La Tienda del Colletero. Por su parte, Zacarías Torbado, desde Ecoembes, dice que «en las grandes empresas ha habido un cambio, motivado principalmente por el consumidor y la legislación».

Acciones

Introducir pajitas de materiales biodegradables como el maíz o el bambú.

Dispensadores de agua o botellas hechas de materiales sostenibles.

Emplear manteles de papel o tela.

Llevar el táper para los restos.

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