RECICLAR

El reciclaje es una de las principales acciones para evitar contaminar

Debemos concienciarnos de que un pequeño gesto doméstico, repetido en millones de hogares, se convierte en una gran acción global

Diego Marín A.

Una gran travesía comienza siempre con un primer paso. La lucha contra la contaminación puede parecernos, a nivel personal, un reto inabarcable, pero debemos tener en cuenta que un pequeño gesto, el que podemos realizar a nivel doméstico, repetido en millones de hogares, se convierte en una gran acción global. Por eso debemos concienciarnos y emprender, dentro de nuestras posibilidades, acciones que eviten la contaminación.

Realmente no cuesta mucho separar la basura en casa, disponer, lo primero, de recintos separados en los que tirar el papel y el vidrio, por ejemplo, pero, más específicamente, también los plásticos y los restos orgánicos. A diario desechamos mucho papel, tanto de propaganda que recibimos en nuestros buzones, como hojas de documentos y cartas que nos envían o de los envases de los alimentos, además de periódicos y revistas. Lo ideal es poder tener una papelera en casa dedicada a recoger todo ese papel y cartón que nos sobra y guardarlo periódicamente para reciclarlo, depositándolo en el contenedor azul que encontraremos en la vía pública.

De la misma manera, también hay mucho vidrio de botellas como las de vino y de botes como los de conserva al que no damos un segundo uso y conviene, igualmente, guardarlo en un lugar a parte para depositarlo en los contenedores verdes. A menudo es en la cocina donde se producen más desperdicios y allí es donde podemos realizar una labor de selección tan profunda como creamos conveniente para poder colaborar al máximo en el reciclaje.

Reciclar

Podemos seleccionar los envases de plásticos como las botellas de agua y detergente, los botes de gel y champú y las bolsas de aperitivos como las patatas fritas para depositarlas en los contenedores amarillos, donde también debemos echar las cajas de leche y zumo y las latas de refrescos y otras bebidas. Y aún podemos reciclar más. En algunos municipios se disponen contenedores que en Logroño, en un periodo de prueba, fueron marrones para depositar en ellos los restos orgánicos, como, por ejemplo, la comida sobrante.

Además, hay otros elementos de la vida diaria que podemos reciclar, como las pilas y baterías usadas, que son altamente contaminantes, por eso debemos depositarlas en los contenedores de residuos peligrosos o en los ‘puntos limpios’ que, en Logroño, se disponen una vez a la semana en cada zona. En ese mismo punto de recogida podemos dejar los electrodomésticos que no usemos, en lugar de tirarlos a la basura, así como bombillas y aceites usados.

Y más allá de esto, también podemos reciclar la ropa, la que ya no nos vale o creemos que ha pasado de moda. Podemos donarla a entidades benéficas para que le den un segundo uso, igual que los juguetes o libros.

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