Historias de La Rioja sin salir de casa

Londoño, el 'gran intocable' de los tercios

N

acido en Hormilla, Sancho de Londoño fue un soldado de fortuna y afamado teórico del arte de la guerra.

Marcelino Izquierdo Marcelino Izquierdo

Es Sancho de Londoño uno de los más grandes personajes que ha visto la luz en La Rioja y, por desgracia, uno de los menos conocidos y valorados. Como militar, estuvo al servicio de Carlos V y de Felipe II, tomó parte en los frentes mediterráneos y atlánticos, y, como afirma de su figura el prestigioso historiador Enrique García Hernán, «combatió en mil batallas y nunca fue herido, y se jactaba de que desde que entró en servicio, en 1542, no había perdido almena ni palmo de tierra donde se había encontrado y siempre bajo sus órdenes se habían ganado muchas plazas fuertes 'con poquísima efusión de sangre de amigos y mucha de enemigos'».

Hijo primogénito de Antonio de Londoño y Ana Martínez de Ariz, ambos pertenecientes a destacadas familias del siglo XVI, Sancho de Londoño (Hormilla, La Rioja, c. 1515 - Maastricht, Países Bajos, 1569) estudió con gran aprovechamiento en la universidad Alcalá de Henares –dominaba el latín y las matemáticas– y en 1542 ingresó como piquero a las órdenes de Fernando Álvarez de Toledo, III Duque de Alba.

'La rendición de Breda' o 'Las lanzas', óleo de Diego Velázquez
'La rendición de Breda' o 'Las lanzas', óleo de Diego Velázquez. / MUSEO DEL PRADO (MADRID)

A la estela del Duque de Alba

Ya en 1552, con el grado de capitán, luchó en Metz (Francia) y después en el asedio de Montalcino (Italia). Premiado con el hábito de la orden de Santiago, en 1555 siguió al duque de Alba a los Países Bajos españoles, a Nápoles y a los Estados Pontificios.

Nombrado en 1558 maestre de campo del tercio viejo de Lombardía, en Milán, durante años regentó el presidio de Asti, en el Piamonte italiano, y con posterioridad encabezaría una misión diplomática en los grisones suizos, con la tarea de amalgamar la península itálica con Alemania y Países Bajos.

Ya en 1566 fue enviado Londoño a socorrer Malta del hostigamiento por parte del Imperio Otomano, aunque pronto regresó a Flandes, donde la amenaza de Guillermo de Orange era cada vez mayor.

Enterrado en Maastricht

Aquejado de una dolorosa enfermedad artrítica, el militar y escritor de Hormilla falleció en Amby –barrio de Maastricht– en 1569 y está enterrado en la basílica de San Servacio de la ciudad holandesa.

Pero, además de ser considerado como uno de «los grandes intocables de los tercios», merced a su valor y a su fortuna, Sancho de Londoño ha pasado a la historia como escritor y estratega. «Yo profesé, como sabéis, la espada, mas nunca aborrescí la pluma que no le diese alguna trasnochada», escribió de él mismo.

Además de poeta, el riojano fue un gran ensayista, cuya obra paradigmática fue el 'Libro del arte militar', publicado en Valencia en 1596, años después de su muerte.

En 1589 se publicó en Bruselas su 'Discurso de la forma de reducir la disciplina a mejor y antiguo estado', un trabajo que, según el historiador García Hernán, «le había encomendado su mentor, el Duque de Alba, en 1568, escrito en tres meses, mientras permanecía convaleciente de una inesperada enfermedad».

Más información:
'Discurso sobre la forma de reducir la disciplina militar a mejor...'
'Espejo y disciplina militar...'

Otros artículos

La peste en La Rioja en verso
El 'Memorial' de Albia de Castro
España para los niños de 1899
Y La Rioja empezó a caminar
Valvanera, Ercilla y La Araucana
El motín que incendió Calahorra
Logroño celebra sus 200 años sin Inquisición
El riojano que siguió la ruta de Magallanes
La máquina 'Enigma' que espió en Logroño
El milagro de Martín Albelda
El avión nazi que cayó en Alfaro
'El Quijote', en versión riojana para escolares
McMartin, el héroe escocés de Nalda
San Prudencio eligió el monte Laturce
Radiografía de la sanidad riojana en el siglo XVIII
Londoño, el 'gran intocable' de los tercios
De almirante de la Armada a pirata del Caribe
Graells, entre el cólera morbo y la filoxera
«Yo vi cómo caía el avión sobre Alfaro. Tenía 5 años»
El brionero que combatió junto a Blas de Lezo
La codicia sentenció al general Asparrot
Gómez, una saga para la historia de Logroño
Diego de Villar, cirujano de Alfonso VIII
El misterioso doctor real Celedón Pardo
'Sagasta', el Episodio Nacional que cegó a Galdós
Espartero y Santiago, una pugna de bemoles
Espartero ya tiene, por fin, su sello
El misterioso óleo de Diego Velázquez
El 'lobby' riojano de El Escorial
Y las aguas del Ebro anegaron Logroño en 1775
Fray Vicente, el primer maestro de niños sordos
De la ciencia del doctor Asuero al timo de su nieto
Villegas, poeta procaz y polemista
La 'nueva normalidad' de Logroño en 1899
Historia antigua de La Rioja y sus santos
Antonio de Leyva, el héroe de Pavía
Amadeo I homenajea a Espartero en Logroño
Avatares de una diócesis con linaje
El rey José I presentó en Logroño su primera renuncia a Napoleón
Lucrecia Arana
El abogado riojano que dibujó el mundo
El riojano que dio su vida en defensa del Iberismo