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a fortuna amasada a base de impuestos y usura le permitió al riojano Pedro de Berberana y Aperregui pagar al gran maestro sevillano para que pintara su retrato.
Pero... ¿quién era Pedro de Berberana y Aperregui? ¿Por qué ha pasado a la posterioridad un funcionario más de la corte de Felipe IV? ¿Qué misterio se oculta tras el retrato de Diego Velázquez que inmortalizó a este personaje?
Pedro de Berberana y Aperregui nació en la villa de Briones en 1579, hijo del noble Juan de Berberana Sodipe y de Ana de Aperregui Ramírez. Siendo aún muy joven, se trasladó junto a su la familia a la corte, donde comenzó a hacer carrera en la administración. El respaldo de los condes de Oñate le permitió alcanzar a Pedro de Berberana lucrativos puestos, como el de teniente de correo mayor para las ciudades de Burgos y de Logroño o el de gobernador de los estados de Castilla, lo que reportó pingües beneficios.
También aprendió el brionero el oficio de prestamista, y se sabe que en el año 1648 prestó dos mil reales, tomando una tapicería en prenda, a Gaspar Téllez de Girón, hijo de los duques de Osuna, cargo que heredaría años más tarde.
Ante la inminencia de una epidemia de peste, procedente de Andalucía, que llegó a La Rioja en 1650, se apresuró Pedro de Berberana a hacer testamento y, como murió soltero, también en Briones –de cuyo castillo fue alcaide perpetuo–, legó su ingente fortuna a la celebración de misas y más misas por el eterno descanso de su alma.
Hasta aquí la vida del riojano, tan solo jalonada por la concesión, en 1630, del título de caballero de la Orden de Calatrava.
Aparece tres siglos después
Ocurrió, sin embargo, que en 1972, tres siglos más tarde, el mundo del arte supo de una obra inédita del gran pintor sevillano Diego Velázquez. Bajo el título de 'Caballero de Calatrava', el historiador José López-Rey lo descubrió en una colección privada de Nueva York, sin otra referencia que la de haber sido comprado en el Viejo Continente hacia 1950.
De inmediato fue acogida la obra como auténtica por la crítica y el arquitecto e historiador de arte Josep Gudiol identificó al personaje retratado como Pedro de Berberana.
Aunque no se sabe a ciencia cierta, cuando Berberana recibió la cruz de Calatrava, posiblemente quiso inmortalizar el momento con un cuadro de Velázquez, a quien pagaría, y bien, gracias a su lucrativo empleo y a sus usuras.
Realizado entre 1631 y 1633, 'Caballero de Calatrava' es uno de los retratos más destacados de Velázquez de aquella época. En el cuadro aparece Pedro de Berberana, posiblemente celebrando su ingreso en la Orden de Calatrava, cuya roja cruz bordada luce de manera ostentosa en el pecho y en la capa. El autor de 'Las Meninas' abandona toda ilusión espacial en este óleo para centrar el foco en el personaje, sobre un fondo neutro. Jugando con la luz, que se refleja desde la izquierda, en el hombro, la frente y los nudillos de su mano izquierda y acercando a Berberana al espectador logra Velázquez un efecto tridimensional y la sensación de estar ante una figura humana a tamaño natural.
Esta obra maestra se expone desde 1981 en el Kimbell Art Museum de Fort Worth, Texas, Estados Unidos.
Reportajes sobre el pasado y las señas de identidad de La Rioja, y consejos para poder leer de manera virtual obras maestras escritas por nuestros antepasados
Más información:
- 'Don Pedro de Berberana retratado por Velázquez', de J. Valverde, disponible en: Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar, X (1990). Dialnet
- Vida y obras de Don Diego Velázquez', de Jacinto Octavio Picón (1904)
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