N
acido en Matute de cuna hidalga, el talento y la osadía de Esteban Manuel de Villegas serían reconocidos siglos después. Su obra más valorada, 'Las eróticas'
No fue Esteban Manuel de Villegas (Matute, 1589 - Nájera, 1669) escritor de fortuna inmediata, aunque no lo trató mal la vida, ni muchos menos. Hijo de una familia rentista de buena posición, estudió en Madrid y en Salamanca. Fue en la capital del reino donde surgió su gran efervescencia literaria y aunque los grandes del Siglo de Oro español no lo tuvieron muy en cuenta, fue a su muerte cuando Lope de Vega le hijo justicia.
No tuvo otros oficio ni beneficio que las letras, aunque bien supo en su juventud disfrutar de Madrid, por aquel entonces capital del mundo.
No tuvo otros oficio ni beneficio que las letras, aunque bien supo en su juventud disfrutar de Madrid, por aquel entonces capital del mundo.
Licenciado de enorme cultura, en su obra literaria hay una notable producción filológica y humanística, Villegas ha pasado a la posteridad como poeta, pese a que solo publicó dos obras de esta disciplina.
La primera, titulada 'Las eróticas o amatorias' supuso un gran impacto en los ámbitos literarios del siglo XVII. Pese a su juventud, con su propio dinero financió una miscelánea de poemas que editó Juan de Mongaston en Nájera. «Mis dulces cantinelas, / mis suaves aelicias, /a los veinte limadas, / a los catorce escritas».
«En su época pasó desapercibido por la animadversión que le ocasionó el provocador grabado de la primera portada de Las Eróticas (con Horacio y Anacreonte) por ir a contracorriente de las nuevas modas literarias», afirma el profesor Hernández Soto.
Según sus biógrafos, Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E., Esteban Manuel de Villegas «dejó una importante producción manuscrita, que se perdió durante siglos y que, finalmente, descubrió y clarificó el profesor Julián Bravo Vega», de la Universidad de La Rioja.
Adelantado feminista
Entre libros hallados por Bravo destacan 'Las disertaciones críticas' o 'El antiteatro', compuesto al menos de cinco sátiras con unos mil doscientos versos y tres sátiras sueltas, entre las que destaca por su novedad 'En apoyo de las mugeres, contra la malicia de los hombres', 373 versos de feminismo muy anticipado en el tiempo, pues hasta los siglos XVIII y, sobre todo, el XIX, no tomaría el feminismo su vigente significado.
También destacó Villegas por ser un gran polemista, lo que le costó un contencioso con la Inquisición que duró 15 años, fruto de una tertulia habitual con varios monjes en la librería del monasterio najerino de Santa María la Real.
Más información:
Otros artículos