QUÉ FUE DE... DISCOTECA MANAGUA
Su último dueño, Ángel Bartolomé, dice no estar seguro sobre cuándo se puso en marcha la discoteca Managua, todo un referente en cuanto a la música en la cuenca del Najerilla, pero que una pista puede estar «en una placa que hay a la entrada, en la que pone 1974». Añade que la iniciativa fue de «los 'Monos', Nalda el pelotari y Ramón, un vasco que vino por aquí».
Ellos la estuvieron regentando «durante cuatro o cinco años y después fue mi padre, Paco Luis Bartolomé, quien la compró». Por aquel entonces su progenitor era el dueño del hotel San Fernando y de la discoteca 'Dino' que ocupaba los bajos, «y se conoce que vio una buena oportunidad de quitarse la competencia».
El caso es que la trascendencia de la sala desde entonces fue en aumento. De aquellos tiempos tanto Ángel como su cuñado José Domingo, que como Chuchi y Quique fue uno de los disc jockey, recuerdan nombres como los de «Julio Iglesias, Mari Carmen y sus muñecos, Pop Tops, Mike Kennedi y Los Bravos, Rocío Durcal, Bigote Arrocet, Eugenio el humorista y hasta un par de chicas que tocaban en toples, traía de todo».
Domingo apunta que incluso hubo un momento en que se quiso cambiar el ambiente de la sala «con el fin de atraer a gente más mayor y pasó a llamarse 'La Bamba', pero duró muy poco».
«En el 81-82, yo me hice cargo cuando volví de la mili y empecé a traer grupos de rock, y de ahí viene lo de 'Las catacumbas del rock', que era como se la conocía popularmente en el ambiente joven», rememora Ángel. De aquellos tiempos recuerda la presencia de Ginger Baker, uno de los fundadores de Cream, el mítico grupo formado por éste como batería, más Eric Clapton a la guitarra y voz, y Jack Bruce bajo y vocalista.
«No recuerdo bien cómo conseguimos que viniera, pero los promotores nos los ofrecían y si el caché era asequible los traíamos». Y cita también al grupo Uriah Heep, aunque en este caso fue un tanto frustrante ya que «vinieron y se marcharon sin tocar, a pesar de que vino mucha gente del País Vasco, ya que hicimos una publicidad muy fuerte. Nos dejaron empantanados y hubo una bronca curiosa».
También pasaron otros como Ramoncín, Barón Rojo, Obús, Sociedad Alcohólica, Los Suaves o Medina Azahara. A propósito de estos últimos, recuerda José que «mi mujer, Noelia, entró al camerino a saludarlos y le cantaron Noelia de Nino Bravo».
Según Ángel, «había sus buenas broncas, pero siempre sin llegar a mayores» y recuerda como antes del cierre con Nina Simone, «primero daba la luz un momento para que los del reservado se recompusieran, y luego ya encendía del todo para cerrar».
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