Texto: César Álvarez
Cuando la web de Diario LA RIOJA daba sus primeros pasos, los diseñadores de la ciudad que servía de portada a la web se movían en coches cuyas llantas no superaban las 14 pulgadas, las ruedas tenían un perfil en torno a 80-70 y lo más valorado en ellas era, de una parte, que no se pincharan con facilidad y de otro, que se pudieran hacer con ellas, cuantos más kilómetros mejor.
Veinte años después, los criterios han cambiado. Las campañas de la DGT y los fabricantes han puesto en valor los neumáticos y se les ha concedido la importancia que tienen como elemento de seguridad en el vehículo. Ahora el conductor opta por llantas más grandes, 16 o 17 pulgadas, perfiles en torno a 55.45 y los aspectos que se valoran, además de parámetros obvios como la calidad, son el ruido, la adherencia en suelo mojado, en las curvas, el ahorro de combustible... y para que le resulte más fácil desde hace menos de un lustro, cada neumático –obligatoriamente– contará con un etiquetado en el que se valoran, entre otros parámetros, la eficiencia energética como en los electrodomésticos (con letras de la A a la F).
Hace 20 años, se utilizaban llantas de 14 pulgadas, y ahora están casi en desuso
Entre estos neumáticos se encuentran los denominados ‘all season’, puestos en el mercado por Michelín, no hace más de dos años. Estos neumáticos han supuesto toda una revolución en el sector e incluso un cambio de hábitos en el conductor español.
Si bien, en nuestro país el neumático de invierno nunca tuvo una gran penetración son cada vez más los que se decantan por un neumático de verano que está también homologado para el invierno e incluso te permite evitar las tradicionales cadenas.
Hasta en el aspecto
La evolución temporal se aprecia incluso en los propios talleres que ya han desechado su tradicional aspecto oscuro y sucio para convertirse en centros de trabajo mucho más limpios ocupados por un personal cualificado y en constante formación (al menos en el CIN Las Gaunas), que además maneja una maquinaria completamente diferente a la de hace dos décadas y en la que incluso se da entrada a elementos tan sofisticados como el láser con el que se gana precisión, rapidez y comodidad. Ese personal –y ese aspecto marca la diferencia entre unos y otros talleres– permanece mucho tiempo en su mismo puesto de trabajo, en contraposición a otros talleres donde la rotación de trabajadores es constante.
En esos talleres prima la polivalencia para no sólo cambiar las ruedas, sino dar un servicio global dentro de la mecánica del automóvil. Sin entrar en la electrónica, talleres como CIN Las Gaunas ofrecen un servicio integral a sus clientes.
Los nuevos tiempos han llevado los cambios incluso a la propia identidad del taller de neumáticos. Ahora, normalmente casi todos se cobijan bajo el paraguas de una gran marca, un fabricante (en el caso del CIN Las Gaunas, Michelín) y poco a poco van abandonando el centro de la ciudad para trasladarse a las afueras donde sea más fácil aparcar.