Enoturismo


1997: El turismo del vino dentro de la Denominación de Origen Rioja resultaba prácticamente inexistente. Las bodegas, por regla general, se abrían únicamente para visitas comerciales y para encuentros con amigos

2017: Casi todas las bodegas, ya sean grandes o pequeñas, cuentan con actividades relacionadas con el enoturismo y éstas van mucho más allá que las tradicionales visitas a las instalaciones donde se elabora el vino

Texto: Iñaki García

El concepto ‘enoturismo’ dentro de la Denominación de Origen Calificada Rioja resulta relativamente reciente. A finales de la década de los noventa, el turismo relacionado con el vino era casi inexistente, no se explotaba. Sin embargo, veinte años después la historia ha cambiado (y mucho), dado que prácticamente todas las bodegas (grandes y pequeñas) cuentan con un amplio programa de actividades relacionadas con el mundo del vino. Ahora hay mucho y bueno donde elegir.

Una de las bodegas que más ha apostado por el enoturismo es Marqués de Riscal. Fundada en 1858, la firma de Elciego es un referente en este terreno y Cristina Pérez, responsable del departamento de Relaciones Públicas, sitúa el comienzo de su recorrido enoturístico allá por el año 2002. «Antes, las bodegas solo se abrían para visitas comerciales y para los amigos», señala. «Nosotros comenzamos a hacer visitas de manera pensada y sistemática en el otoño del año 2002 y empezamos a cobrarlas, algo que también resultó novedoso, en el 2003», añade.

A partir de entonces se generó una gran revolución en este terreno y muchas bodegas han seguido los pasos de Marqués de Riscal. Y eso se plasma en los datos. «En el 2003, por ejemplo, recibimos en torno a los 6.000 visitantes y ahora estamos superando los 100.000», indica Pérez. «No tiene nada que ver lo que había entonces con lo que hay ahora», apostilla.

En la actualidad, además, el enoturismo se relaciona con otros muchos ámbitos como la gastronomía, la arquitectura, la cultura o el relax. También en Marqués de Riscal fueron pioneros en esa apuesta a través del ‘Proyecto 2000, un paso hacia el futuro’ que incluía la creación de la Ciudad del Vino, inaugurada en el 2006. «Es el château del siglo XXI», se apunta desde la bodega. Un ‘todo en uno’ para el turista que se acerca a Elciego atraído, además, por el interés que despierta el novedoso edificio diseñado por el conocido arquitecto Frank Gehry, convertido ya en toda una referencia en el paisaje del Rioja.

Y sin embargo... sin embargo, la distancia es sideral. El cambio ha acelerado tanto en los últimos 30 años que se ha convertido en revolución. La palabra clave de ese cambio es comunicación. «Empezamos a comunicarnos de una manera diferente, a acceder a la información de una manera diferente, y eso cambia radicalmente la forma en la que se gestionan las empresas». La frase es de José Luis Pancorbo, responsable de Grupo Pancorbo, casi 80 años en un negocio siempre cambiante... pero no tanto como ahora. «Observamos un cambio brutal en los últimos 15, 20, 25 años. Y tiene que ver con la aparición de internet».

Porque, aunque todo parezca a veces demasiado nuevo, hay cosas que ya no lo son tanto. «Nuestro primer cliente de software de gestión entró en esta empresa hace 33 años. El primer programa en el que se podían vincular las ventas, las compras, la producción, los albaranes... Eso tiene más de 30 años. Y hoy seguimos haciendo lo mismo. La gran diferencia es que eso lo hace hoy todo el mundo». Y que lo hace con una comunicación total... y casi eterna.

1997:Ver una bodega era una cuestión de amistad. El patrimonio de los calados centenarios estaba ahí... pero servía para poco más que para convencr a un potencial cliente

2017:Una bodega no visitable es una rareza. Y en algunas, como Marqués de Riscal, se realiza una inversión multimillonaria para crear un atractvo añadido a la bodega tradicional

Recorridos y planes

Esa fórmula ha sido elegida por otras muchas bodegas de la denominación, desde donde igualmente se ha apostado por ofrecer una amplia gama de opciones para el visitante a la hora de planificar su plan de turismo en torno al vino. Estos, además, se multiplican en épocas concretas del año como la vendimia. Entonces, el turista puede encontrar desde paseos a caballo entre viñas, recorridos en segway, planes destinados a que el propio visitante se convierta en viticultor por unas horas, vendimias nocturnas o iniciativas destinadas a pasar una jornada en familia entre vides. De todo un poco y para todos los gustos.

En los últimos veinte años, por lo tanto, el enoturismo ha experimentado un crecimiento brutal destinado a atraer a la Denominación de Origen Rioja a un público que también ha variado, procedente no sólo del resto de las comunidades autónomas españolas, sino también de otros países. Esos turistas, además, buscan experiencias que van mucho más allá que el simple conocimiento de las instalaciones de una bodega concreta. Quieren dar un paso más. «Y nosotros nos estamos adaptando a esas exigencias», señala Pérez. De hecho, desde Marqués de Riscal se ofertan paquetes que, además de la visita, incluyen catas y aperitivos o desplazamiento a otros enclaves de interés como el Valle Salado de Añana.

Lejos de resulta contraproducente, ese cambio de percepción de los turistas hacia el enoturismo ha hecho que todos los agentes implicados en el sector hayan aumentado sus esfuerzos para complacer las peticiones del visitante. «Creo que gracias a eso, estamos alcanzando la madurez dentro de este ámbito, todos estamos trabajando mucho y pienso que vamos encaminados hacia algo bueno para todos», finaliza Cristina Pérez.

Revolución Gehry


La construcción del edificio diseñado por Frank Gehry en Marqués de Riscal supuso todo un hito dentro de la Denominación de Origen Calificada Rioja. Con él, la bodega de Elciego dio un paso más hacia la consolidación de su oferta enoturística, ya que en torno a esa infraestructura creó la llamada ‘Ciudad del Vino’ con una superficie total de 100.000 metros cuadrados que incluyen desde un hotel de lujo hasta restaurantes pasando por un spa especializado en todo lo referente a la vinoterapia.

Cristina Pérez. Marqués de Riscal

«El perfil del visitante ha cambiado y también sus inquietudes»


En estos veinte últimos años, el enoturismo ha crecido sin pausa. Actualmente, recibimos mucho más público extranjero que antes y sólo hace falta salir a la calle para ver que nos visitan muchos más asiáticos, franceses o alemanes y comprobar así que despertamos mucho más interés como producto turísitico que antaño.

A pesar de eso, debemos tener claro que esto no es un trabajo terminado. Todo evoluciona y nos estamos moviendo para consolidarnos como un destino recurrente para la gente que quiere disfrutar del mundo del vino. Y eso resulta muy importante.

Está claro que el perfil del visitante ha cambiado y también sus inquietudes. Nosotros, por ejemplo, tenemos un amplio número de visitantes que viene atraído por Frank Gehry y que, como consecuenica, se empapan de la cultura del vino, pero también tenemos el caso contrario: personas interesadas por el vino que aprovechan el viaje para enlazarlo con otros ámbitos como la arquitectura, la gastronomía o el paisaje. Por otra parte, el turista actual quiere implicarse, busca experiencias que le hagan sentirse partícipes de un proceso como puede ser la vendimia. Quiere tocar, quiere ver. Es un turista muy curioso y, además, mucho más formado en torno al mundo del vino que antes.

«Debemos tener claro que esto no es un trabajo terminado. Todo evoluciona»

Ante este nuevo público, el sector está evolucionando, madurando y funcionando mucho mejor. Hace años, no había tantas opciones como ahora y eso se puede comprobar tanto en las bodegas como en los restaurantes o en los establecimientos hoteleros. Todos estamos poniéndonos las pilas para continuar por ese camino y seguir ofreciendo una completa oferta enoturística.

Otro cambio trascendental en el modo en que se acercan a sus clientes tiene que ver con la seguridad. «Grupo Pancorbo vendía informática hace 20 años, hoy Grupo Pancorbo vende informática, pero en cada venta de tecnología para empresas la reflexión sobre seguridad está encima de la mesa». Y ya no hace falta mucho para convencer a las compañías de que la seguridad en ese ámbito es clave, y más con lo que está pasando en las últimas semanas. «Las empresas saben que su principal activo es la información».

Seguir los cambios de estrategia de una empresa distribuidora de equipamiento de este tipo es seguir el del propio mercado. Así, la diferencia clave con respecto a cómo vendían hace 20 años está en la comunicación. «Ahora todo lo que vendemos está vinculado con una estrategia de comunicaciones en la empresa. No vendes un dispositivo detrás del cual no haya una conexión a una red de datos, no haya una conectividad móvil...». «Ya existía software de gestión, pero hoy esas herramientas ya no son elementos aislados en los que tú metes tu información productiva, comercial y financiera, sino que además están absolutamente conectados entre sí, y te permiten conectarte con clientes, con proveedores y con el entorno».