Seguridad del hogar


1997: La puerta blindada resultaba poco consistente y no existía ninguna normativa que regulase la seguridad en el hogar. Los métodos de agresión eran entonces más rudimentarios y los robos buscando objetivos específicos

2017: La regulación y las nuevas puertas avanzan en seguridad intentándose adaptar a los métodos de agresión, que han evolucionado tanto en las herramientas como en las técnicas utilizadas. Los robos afectan hoy a cualquier tipo de casa

Texto: Sergio Martínez | Fotografías: Sonia Tercero

El concepto de seguridad en el hogar ha variado mucho en los últimos veinte años, incoporándose a muchos aspectos de nuestras vidas en los que antes nos resultaba imposible pensar en privacidad o protección como los aparatos electrónicos. Sin embargo, las principales agresiones y las que más nos afectan siguen siendo las clásicas, aquellas podemos sufrir en nuestros hogares. Y en este aspecto también han evolucionado muchísimo los robos, dejando atrás en muchas ocasiones a las medidas preventivas y abriéndose a las amenazas a cualquier tipo de vivienda.

La puerta es el elemento fundamental de la seguridad en el hogar. Es nuestra entrada y al mismo tiempo el foco de aquellos que buscan el asalto a la vivienda. En torno a ello, Luis Freijo, de Freijo Cerrajeros, reflexiona: «Dos décadas de avances tecnológicos en campos dispares como la elasticidad y la resistencia de los materiales o la electrónica han ayudado a mejorar sensiblemente la construcción de puertas. Sin embargo, el motivo de que sean vulnerables es paradójicamente el mismo que hace avanzar la seguridad: también las herramientas y las técnicas que usan los amigos de lo ajeno han evolucionado».

En el año 1997 la puerta más común era la blindada, que hoy se mantiene en la mayoría de hogares riojanos y sigue utilizándose en la construcción. «Es una puerta obsoleta, con alma de madera y chapa metálica, que está a merced del ladrón», describe Freijo, que explica que en estos veinte años se ha avanzado mucho en resistencia con las puertas acorazados y las de seguridad, las más modernas.

«Aprendemos de las cosas cuando ocurren, la gente no valora la seguridad»

Accesos a nuestro hogar mucho más seguros pero que siguen siendo una excepción, según Luis Freijo: «Por desgracia aprendemos de algo cuando ocurre y la gente no valora lo suficiente su seguridad en el hogar. Hay ocasiones en los que se reforma una casa por completo pero ni la puerta ni la cerradura se cambian». Entre esas desagradables experiencias de las dos últimas décadas, desde Freijo Cerrajeros recuerdan en el año 2013 los robos con el método ‘bumping’ en Logroño. «Nos vimos colapsados por la cantidad de gente que venía a la tienda para que cambiásemos su cerradura de forma urgente», apunta Luis Freijo. Además, las puertas hoy en día empiezan a buscar soluciones de eficiencia energética como aislamientos térmicos y acústicos.

Cuestión de resistencia

La resistencia de la puerta es un factor determinante, pero tiene que ir de la mano de una cerradura de calidad, algo que también ha cambiado mucho en los últimos años. «Ahora incluso existe una nueva generación de puertas con sensores electrónicos y sirena, buscando la detección anticipada, dando ventajas al propietario y disuadiendo al ladrón. Las cerraduras se han reinventado en los últimos años», comenta Luis Freijo.

Toda el progreso vivido en las puertas de nuestras casas ha venido, desgraciadamente, obligado por la imparable evolución de los métodos de agresión, tanto en las técnicas utilizadas como en los objetivos:«De robos a viviendas concretas por la expectativa de un botín importante, hace veinte años, se ha pasado a un robo más ‘democratizado’. Para el delincuente los aspectos más determinantes son la facilidad de acceso y escape rápido, mucho más que el botín esperado. De hecho, no sabe lo que hay en cada casa». Según datos del Ministerio del Interior, en el año 2015 se produjeron en todo el país 113.452 robos con fuerza en viviendas, sin tener en cuenta las poblaciones con más de 50.000 habitantes.

En cuanto a las herramientas utilizadas, desde los martillos, los mazos y los taladros de los noventa se ha pasado a las fresadoras, las amoldadoras y las ganzúas, «técnicas que sólo utilizábamos los cerrajeros», apunta Luis Freijo:«Los métodos inalámbricos dan autonomía al agresor e Internet ha permitido la compra de esas herramientas de forma sencilla a cualquiera».

Una de las principales novedades en estos últimos veinte años ha sido la creación de normativas que buscan certificar la resistencia de una puerta y establecer grados de seguridad en la misma de forma objetiva. En el año 1999 aparece la UNE 1627, sustituida en el año 2011 y dando paso finalmente a la actual, la UNE 8560 del 2013. Más herramientas y soluciones para tratar de frenar los asaltos a nuestros hogares y seguir manteniendo la puerta cerrada.

Luis Freijo. Freijo Cerrajeros

«La oferta hoy es más amplia»


Freijo Cerrajeros es una empresa con una historia que se remonta al año 1964, cuando el padre de Luis Freijo empezó en un negocio que hoy en día mantiene su tradición adaptándose sin pausa a los nuevos tiempos. Precisamente en los últimos veinte años la llegada de Internet ha supuesto un cambio en su trabajo.

«Se utiliza para todo, por ejemplo para controlar las copias de las llaves que pueden ser monitorizadas y también como herramienta de divulgación y publicidad, para ofrecer nuestros servicios y consejos de seguridad a cualquiera que entre en nuestra página», apunta Luis Freijo, socio junto a su primo Sergio de la empresa.

«Cada vez es un trabajo más sofisticado, que requiere una mayor preparación»

Otros aspectos han afectado además al día a día de Freijo Cerrajeros: «Cada vez es un trabajo más sofisticado, que requiere una mayor preparación. Está más relacionado con la web, con lo virtual, y hay que estar aprendiendo continuamente para no quedarse atrás». Luis Freijo apunta además que «la oferta hoy en día es más amplia que hace dos décadas» y comenta que el cliente «es cada vez más exigente, requiere más inmediatez».

Finalmente, recalca «el esfuerzo» realizado para adaptarse a las novedades en un sector «que está evolucionando pero debemos seguir haciéndolo».